la vida en dos líneas

Jueves 30 de octubre: han intentado robarme el coche. entrevista fallida con NV. 

Viernes 1 de noviembre: comida familiar con buñuelos al café. recibo el material de Word. 

Sábado 2 de noviembre: paseo por la sierra otoñal con un sol magnífico. 

Reto de tamaño colosal para un carácter inconstante: un diario. Éste lo es: adulto, como un anal vital, un esqueleto para sostener la memoria.

Word es una empresa estadounidense que se ha tomado como algo personal organizarnos la vida con cuadernos de formato bolsillo y un sistema de priorizar tareas para que éstas transiten del pendientes al realizadas sin que nosotros entremos en la espiral del caos.

Para el muy especial modelo The Standard Memorandum han contado con la inspiración y mano ilustradora de Jon Contino. Juntos han creado este Daily Record Book donde anotar al día la vida que pasa en un año:  las pequeñeces y los acontecimientos históricos, el tiempo que hace y una boda… Apenas un par de líneas por día, un prototuit. 

Eso es lo que hacía el bisabuelo de la esposa de Contino. Encontrar una caja llena de sus libritos de vida con anotaciones tan dispares y cotidianas avivó las ganas de este diseñador de ayudarse a recordar la suya propia reproduciendo un diario con el encanto de aquellos que se estilaban en la primera mitad del siglo XX. Él mismo lo explica en este vídeo.

Para dotarlo de más carácter si cabe, se comercializa con la protección de una funda de piel donde es posible grabar las iniciales bajo pedido. El precio varía entonces de poco más de 8 a 34 euros.

PK. «Para alguien como yo es una sensación muy extraña escribir un diario. No solo porque nunca he escrito, sino porque me da la impresión de que más tarde ni a mí ni a ninguna otra persona le interesarán las confidencias de una colegiala de trece años. Pero eso en realidad da igual, tengo ganas de escribir y mucho más de desahogarme «, El diario de Ana Frank.